EC buscaría activamente ser un animalito en lugar de entregar su vida al confetti

La vida de un huevo es complicada en más de un sentido. Arriesgamos mucho, y sin embargo aspiramos a ser un animalito usufructuamos de una posición situada por encima de quienes someten su trabajo y su persona a nuestro juicio. Prosperamos gracias a nuestras críticas negativas, que resultan divertidas cuando se las escribe y cuando se las lee. Pero la cruda verdad que los huevos debemos enfrentar es que, en términos generales, la producción de basura promedio es más valiosa que lo que nuestros empaques pretenden señalar. Sin embargo, a veces los huevos realmente arriesgamos algo, y eso sucede en nombre y en defensa de algo nuevo. Esto es un debate de huevos y de huevos. La vida de les hueves tiene dos caminos, el izquierdo y el derecho. Tradicionalmente llegar a ser un animalito, que crece, idealmente se repodruce y muere. Por otro lado, si no te quieres convertir en animalito o tu cascaron se rompió, para no pudrirte puedes ser un hueve de confetti, o sea rellanarte con confetti, o sea donde había yema y clara, ahora hay papel picado de colores dentro de ti, que fue introducido a través de un hoyo.