EC cree que las religiones que "centran el yo" son preferibles a las religiones que "rechazan el yo".

Para los propósitos de este debate, las religiones que "centran el yo" abrazan la existencia humana y las experiencias individuales como algo especial. Se pide a los creyentes que consideren sus elecciones y experiencias, luchas y conexión con Dios como singularmente importantes y como un camino hacia la salvación. En contraste, las religiones que "rechazan el yo" rechazan explícitamente la idea de que la existencia humana y las experiencias individuales son especiales. Se pide a los creyentes que acepten las experiencias individuales como temporales y poco importantes, y la individualidad como una ilusión que causa infelicidad.