EC prefiere que las escuelas secundarias adopten un modelo de educación clásica en lugar de un modelo de educación progresista.

La educación clásica se basa en conferencias estructuradas dirigidas por el profesor, con una mínima discusión o ejercicios impulsados por los estudiantes. Las materias son unidades distintas que están claramente delineadas (por ejemplo, matemáticas, inglés, etcétera) y se enseñan principalmente a través de libros de texto. En contraste, la educación progresista posiciona a los profesores como facilitadores, con un enfoque en la discusión liderada por los estudiantes, el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje experiencial. El aprendizaje se organiza temáticamente en torno a un solo tema (por ejemplo, el ambientalismo, la exploración espacial, etcétera) y puede recurrir a fuentes como artículos de noticias, libros de ficción, documentales y trabajos académicos de diferentes áreas (ciencia, historia, etcétera). A los efectos de este debate, las escuelas secundarias se refieren a escuelas con estudiantes de 14 a 18 años.